Punto 10
La historia finaliza con Karmo volviendo apurado al hotel, muy emocionado y aliviado debido a que por fin su hermano lo llamó, aunque casi pierde la llamada. A pesar de que el objetivo del protagonista (hablar con su hermano) se haya cumplido, podemos hablar de un final abierto, debido a que no se sigue profundizando en la historia, dejando así que el lector imagine que sucederá en la vida de Karmo.
Cuando Momo llegue a vivir en Buenos Aires, luego de mucho sacrificio y meses de ahorro y deudas por parte de Karmo, vivirá junto con él en el hotel, compartiendo una habitación juntos. Momo ira a una escuela publica, luego de aprender un poco de español con Gustavo, mientras que Karmo trabajará en blanco en el empleo que le ofreció la alumna de Gustavo como botones en un hotel. Los gastos del colegio, como libros, útiles escolares y demás, los podrá pagar Karmo con un salario correspondiente para un trabajador registrado. La discriminación por parte de la gente ajena continuará, y posiblemente le dificulte un poco la escolarización a Momo, pero luego de un tiempo, ambos hermanos podrán obtener la nacionalidad argentina. Karmo y Lucia y su familia se conciliaran y, con el tiempo, hasta pasaran los domingos juntos.
